Me despedí, porque el pabilo y el aceite se extinguieron, y ... helados están los canales de la sangre.
Mi insatisfecho corazón con dibujar se contenta la belleza proyectada desde un molde de bronce, o la que aparece en mármol refulgente.
Sí, aparece, pero ... en cuanto nos vamos se va otra vez, pues es más indiferente a nuestra soledad que cuando una aparición era.
Hummm, corazón ... somos viejos, y ... la belleza viviente es para hombres más jóvenes.
No podemos pagar su tributo de lágrimas amargas.
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