Bienvenida alegría, y bienvenida tristeza; venid hoy y venid mañana ... os amo a ambas por igual.
Adoro poner mala cara al buen tiempo y ... oír una alegre risa en medio del trueno.
Lo hermoso y lo desagradable amo a la vez. Prados dulces donde las llamas se ocultan, y ... una sonrisa ante una maravilla.
Ese viejo rostro en una pantomima.
La bella mañana y los restos de un naufragio; la sombra de la noche y el beso de la madreselva; las serpientes que silban bajo las rosas rojas ... Cleopatra, en su traje real, con el áspid en su pecho.
Música de baile, música triste ... ambas a la vez, sanas y locas.
Las musas brillantes y las pálidas musas.
Reir, suspirar ... de nuevo reir.
Oh, la dulzura del dolor.
Musas brillantes y pálidas musas, desnudad vuestro rostro de su velo; dejadme ver, y dejadme escribir sobre el día y sobre la noche ... todo a un tiempo.
Dejadme saciar toda mi sed por las dulces penas del corazón ... dejad que mi pecho sea de tejo entretejido con nuevos mirtos ... o pinos y limas que en flor estallan.
Y mi lecho ... una tumba de hierba rasa.
Leer Memorias de opuestos en El blog de María