El amor tiene que tomarnos desprevenidos porque ninguno de nosotros pagaría el precio del amor si lo supíeramos.
Porque ... ¿quién pagará para ser destruido?
La destrucción es tan segura ... tan evidente.
Mucho más difícil de trazar, menos evidente, es la segunda vida del amor, un huevo de gaviotín ... revelado y escondido es un nido de piedras sobre una costa pedregosa.
Lo que parece una piedra no es piedra.
Ese pulso vulnerable que puede sostenerse en la palma de una mano puede sobrevivir para viajar por los océanos más cálidos y helados del mundo, sus alas estrechas, el latido de su pequeño corazón
... la distancia entre los polos.