Cuando dispongas tratarme con ligereza y mires mis prendas con ojos de menosprecio, lucharé a tu lado en contra de mi misma y ... provocaré tu virtuosismo, aunque perjuro seas.
Conociendo yo mejor que nadie mis flaquezas, puedo a tu favor redactar una historia de las faltas ocultas en que habré incurrido, para que tú, perdiéndome, ganes mejor gloria.
Y yo con esto seré también una ganadora, pues concentrado todos mis pensamientos de Amor en tí, las injurias que a mí misma me causo ... si son de tu ventaja ... lo son doblemente para mí.
Di que me has dejado por alguna falta ... y te comentaré sobre esa tal ofensa. Habla de mis defectos ... y aguantaré derecha, no me defenderé de las razones que me imputas.
Tú no puedes, Amor, ni medianamente dañarme, para cubrir la forma al cambio que deseas de lo mucho que me daño ... conociendo tu deseo. Estrangularé nuestro trato ... pasando por una extraña.
Abstente de tus paseos, y mi lengua tu amado nombre no pronunciará jamás, no sea que ... profana como soy, lo agravie ... hablando espontaneamente de nuestra antigua confianza.
Por tí, contra mí haré voto
... pues no debo amor a aquel a quien tú odias.