No te enamores de mí, a menos que sepas amar una tormenta.
Y no me refiero a ésas en donde dices "Amo bailar en la lluvia" o el "Caminemos a través de la nieve".
Soy una tormenta de ésas que destruyen y corrompen todo a su paso.
Soy tornado, huracán, ventisca, ola de marea ... de todo reunido en uno.
Nunca he sabido ser amable.
Yo no amo con suavidad, amo con intensidad.
No odio a la ligera, odio enérgicamente.
Así que, por favor, cuando me digas que amas las tormentas más de lo que amas los rayos de sol ... dime que amas la idea de un tornado que te traga entero.
Leer Non cadere se en El blog de María